La Carrera por los Oráculos de Primera Parte
La carrera hacia los oráculos de primera parte ha comenzado.
El primer paso para reflexionar deliberadamente sobre un concepto es inventar un nombre para él, y esa palabra se convierte en el vector que disemina la idea resultante de mente a mente. Cuanto más verdadera sea la idea, más susceptible será de que todos la asimilen.
Tuvimos que acuñar los términos oráculos de primera parte y oráculos de tercera parte al conceptualizar API3, simplemente porque no existían las palabras exactas para describir el problema que queríamos resolver. Pero los nombres no solo describen nuestro pensamiento, también lo moldean. Tan pronto como calificas un oráculo como de primera o tercera parte, aceptas que existe alguna entidad (la primera parte) que tiene un tipo especial de relación con la API que el resto de las personas (terceras partes) no tienen. Si se deja solo, la mente humana automáticamente especificará la distinción: la primera parte es el propietario de la API; las terceras partes actúan como intermediarios.
¿Por qué alguien preferiría no obtener lo real, directamente desde la fuente?
A pesar de haber existido en la conciencia pública durante apenas un mes, los oráculos de primera parte ya se han convertido en el tema de muchos debates acalorados. Curiosamente, estos debates no giraban en torno al concepto en sí, ya que este ya existía en todas las mentes, solo que no tenía un nombre aún. En cambio, las personas debatían que su solución de oráculo favorita, por supuesto, puede manejar oráculos de primera parte y siempre lo había planeado. En otras palabras, el cambio de paradigma ya ha ocurrido. En este punto, la pregunta no es si los oráculos de primera parte son superiores, sino quién puede implementarlos mejor.
Afortunadamente para nosotros, este es nuestro dominio.
Buena suerte a todos, porque la carrera por los oráculos de primera parte ha comenzado.
